Para la mayoría de los científicos y a pesar de las reticencias de diferentes gobiernos, el cambio climático no es una teoría sino un hecho contrastado con cientos de datos recopilados durante las últimas décadas; justo cuando las consecuencias se han hecho más palpables.
En cualquier región del mundo se habla de que las temperaturas son más extremas y las lluvias y sequías más impredecibles y o/intensas. Todas las semanas en los medios de comunicación aparece alguna noticia relacionada con la alteración de los patrones climáticos, siendo el agua uno de los temas más preocupantes.
Ya sea por las lluvias torrenciales, la contaminación tanto del agua salada como dulce y la escasez del agua, estas situaciones impactan directa e indirectamente a personas de todo el mundo. Toda la humanidad necesita acceso a recursos acuíferos para cubrir sus necesidades básicas, pero también es imprescindible para la agricultura y ganadería.
Según datos ofrecidos por UNICEF, casi el 75% de las catástrofes meteorológicas que se han producido durante las primeras dos décadas del siglo XXI están relacionadas con el agua; siendo las inundaciones y las sequias los eventos más recurrentes. Pero lo peor de todo es que no se espera que a corto o medio plazo estas cifras disminuyan ya que la temperatura promedio mundial ha aumentado más de un grado centígrado. Un dato que indica que a día de hoy ya hay millones de personas cuyas vidas están seriamente afectadas por el calentamiento global.
Consecuencias de la crisis del agua
Como en la mayoría de las catástrofes humanitarias, millones de niños están en peligro por la crisis del agua. Aunque tampoco son los únicos que sufren las consecuencias. Veamos algunas de ellas:
- El problema del acceso al agua potable no es un problema nuevo. Aunque esta problemática ha mejorado significativamente en los países en desarrollo, todavía hay muchas personas que viven sin acceso a agua potable. Lo malo es que el cambio climático está agudizando aún más esta situación. Se calcula que más de 450 millones de niños viven sin el agua que necesitan para cubrir sus necesidades diarias.
- Las lluvias pueden traer el agua que se necesita en muchas regiones para paliar una posible sequía. Sin embargo, cuando se pasa a lluvias torrenciales e inundaciones, las instalaciones relacionadas con el suministro se ven afectadas (destrucción, contaminación, etc.). Esto puede provocar la aparición de enfermedades muy peligrosas, como el cólera.
- Si el agua no reúne las condiciones sanitarias adecuadas debido a su escasez o pésimo tratamiento, también aparecen condiciones sanitarias negativas (como la diarrea) debido a una higiene y saneamiento inapropiado.
- El estrés hídrico es un problema cada vez más preocupante en demasiados países del mundo que incluso está generando conflictos entre ellos debido a la competencia por el agua. De hecho, se dice que la siguiente gran guerra será provocada por la escasez del agua.
- Durante décadas, los océanos de todo el mundo han sido tratados como ‘basureros sin fondo’ en los que se han añadido toneladas y toneladas de basura y residuos químicos. Ahora es cuando la preocupación por este hecho es mayor; como la isla de plástico que flota en el Océano Pacífico y que algunas personas ya denominan ‘El séptimo continente’.
¿Qué se puede hacer para evitar la crisis del agua?
Para lograr un Desarrollo Sostenible sin que el agua sea un problema mundial, es necesario generar resiliencia climática. Cuando las diferentes culturas y sociedades del mundo consigan adaptarse a las ‘nuevas reglas del juego’ que está provocando el cambio climático, podremos resistir mucho mejor a los desastres y crisis ambientales.
Los recursos naturales han permitido que la vida se desarrolle en la Tierra durante millones de años, pero hay que retomar el camino correcto. Entre las diferentes medidas que se pueden tomar para evitar una crisis del agua, los expertos se ponen de acuerdo en las siguientes:
- Optimizar las instalaciones que se utilizan para suministrar el agua. En muchas ciudades del mundo las infraestructuras encargadas de transportar el agua están tan obsoletas, que las fugas de agua representan un gran porcentaje de agua que se pierde. Este derroche de agua también representa un derroche de dinero ya que mucha de esta agua que se pierde ya ha sido potabilizada.
- Seguir trabajando en la conciencia social. Si todos ponemos un poquito de nuestra parte, únicamente usaremos el agua que realmente necesitamos. Por ejemplo, no hace falta ducharse durante 30 minutos para lograr una buena higiene, ni tampoco es necesario dejar el grifo abierto cuando nos lavamos los dientes.
- Protección de barreras naturales. La propia naturaleza nos da recursos para que podamos ayudarla. Por ejemplo, si se protegen adecuadamente los manglares que están en las costas, seguirán creando una barrera natural para que el agua salada no alcance reservas de agua dulce.
Aunque la crisis del agua ya es evidente en algunas regiones del mundo, todavía estamos a tiempo de no empeorar la situación. Simplemente hay que ser conscientes de que el cambio climático está afectando de manera significativa a las grandes reservas de agua dulce y salada del mundo. Por eso ahora es el momento de cuidar este recurso ilimitado que, aunque a priori parezca ilimitado, no lo es. ¡Y se trata de un recurso básico sin el cual la vida no existiría en nuestro planeta!